La secundaria fue la razón primaria por la cual los Dolphins derrotaron a los Indianapolis Colts el domingo, en particular por su habilidad de generar cambios de posesión.
Los Dolphins registraron tres intercepciones en el Lucas Oil Stadium, igualando el total de los primeros ocho partidos de la temporada. Una intercepción desembocó en un touchdown, otra en un gol de campo y otra le quitó un touchdown a los Colts.
El profundo Steven Parker tuvo la primera y la más impresionante de las tres intercepciones.
Es interesante notar que Parker no estuvo presente en ninguna jugada defensiva contra los New York Jets el domingo pasado, pero ahí estaba en la secundaria, cuando los Colts tenían segunda y gol desde la yarda 9 en su primera ofensiva.
Parker estaba enfrentado al ala cerrada Eric Ebron, que parecía tener un touchdown seguro al atrapar el pase de Brian Hoyer en la zona de anotación. Pero Parker también tenía una mano en el balón, y logró arrebatárselo a Ebron, mientras ambos jugadores cayeron en la zona de anotación.
"No hay que dar ninguna jugada por perdida", dijo Parker. "Los grandes jugadores deben hacer grandes jugadas. En mi caso, siento que es algo que volveré a hacer. Debo hacer énfasis en el hecho de cuán importante es entrenar para llevar eso al campo de juego".
Hubo discusiones entre los comentaristas televisivos de CBS sobre si debería haber sido touchdown o touchback, pero los jueces señalaron que fue una intercepción. La decisión fue confirmada tras revisar la jugada.
El único touchdown del partido para los Dolphins llegó luego de que Bobby McCain se lanzara al suelo para atrapar un pase demasiado largo dirigido a Ebron, quien estaba bajo una cobertura ajustada de Eric Rowe.
Fue la segunda intercepción de la temporada para McCain, luego de la realizada contra Dallas en la semana 3.
McCain devolvió la intercepción 32 yardas hasta la yarda 12 de los Colts, y tres jugadas más tarde, Ryan Fitzpatrick acarreó el balón por 11 yardas para darle a los Dolphins una ventaja de 10 a 0.
La tercera intercepción, obra del esquinero Nik Needham, llegó justo después de que los Dolphins tomaran la delantera por 13 a 12 en el último cuarto.
En la jugada, Needham se atravesó en el camino del pase dirigido a Zach Pascal, para así interceptar a Hoyer en la yarda 40 de los Colts. La intercepción desembocó en el segundo gol de campo de 48 yardas de Jason Sanders.
Fueron las primeras intercepciones en la NFL tanto para Parker como para Needham.
"Se sintió muy bien poder contribuir con los compañeros y ayudar al equipo", dijo Needham. "Eso es lo único que me importa. Mi primera intercepción, arrojé el balón al suelo, mientras los muchachos me decían que debía guardarla. Estaba muy emocionado por haber hecho una gran jugada en una situación crucial".
La última vez que los Dolphins tuvieron tres intercepciones en un partido fue hace más de un año, el 4 de noviembre de 2018, cuando registraron cuatro en una victoria por 13 a 6 contra los Jets.
Además de las intercepciones, la defensa limitó a los Colts a 300 yardas totales, la cifra más baja que han permitido en toda la temporada.
Para finalizar, y lo más importante, la defensa detuvo a los Colts en cuarta oportunidad para asegurar la victoria, con Needham haciendo la tacleada sobre Ebron, que aparecía de nuevo, para limitarlo a una ganancia de 8 yardas en cuarta y 10, desde la yarda 15 de los Dolphins.
"Queremos sentir la presión, el equipo puede contar con nosotros", dijo Needham. "Estar en ese momento y poder cumplir fue muy emocionante".
Por su parte, Parker declaró: "Eso estuvo muy bueno. Es uno de esos partidos con los que sueñas. Ese es el momento exacto en que uno desea estar, especialmente como jugador defensivo. Fue estupendo haber salido del campo en ese instante, fue algo tremendo".
En realidad, fue un día tremendo en general para esa joven secundaria de los Dolphins.