Los Miami Dolphins llegan a esta semana tres en contra de los Dallas Cowboys tras caer derrotados en casa ante los New England Patriots, 43-0, buscando conseguir su primera victoria de esta temporada y borrar la imagen dejada en el terreno en las dos primeras semanas de la NFL.
La transición es dura pero también puede ser rápida como quieren hacer estos Dolphins del 2019.
Y es por eso que cualquier partido es importante; siempre.
Más ahora que comienza la era de Josh Rosen, con el anuncio de que Rosen será el titular el domingo. Una de las claves para ganar debe ser que Rosen sepa leer la defensa de los Cowboys y que dirija correctamente las jugadas.
Ofensivamente, no se ha podido correr la pelota. 21 yardas ante Baltimore y 42 ante New England evidentemente no fueron suficiente. Para ganar este domingo, los Dolphins necesitan correr la pelota. Sí o sí. Sobre todo, para ayudar a Rosen en su primer partido como titular de Miami.
Queda claro que es fundamental correr la pelota porque es una manera muy eficiente de mover tu ofensiva y además controlas el reloj de juego. La semana pasada, los Dolphins perdieron la batalla de la posesión dejando que New England tuviera la pelota 36:30 de los 60 minutos.
Así es imposible.
Defensivamente, hay que controlar a Dak Prescott que la semana pasada terminó con 269 yardas, tres touchdowns, un intercepción y un rating de quarterback de 123.5.
De hecho, estos Cowboys están invictos y son uno de los grandes favoritos de la NFC para llegar al Super Bowl en esta dela temporada número 100 de la NFL.
Es obligatorio para los Dolphins proteger al quarterback. Los mariscales de campo fueron atrapados en siete ocasiones en la semana dos. No hay protección. No hay ofensiva aérea. No hay jugadas grandes, No hay touchdowns. Así de simple.
Finalmente, Miami tendrá que defender el ataque terrestre rival. 264 yardas permitidas a Baltimore y 124 a New England.
Tienen que obligar a Dallas a lanzar la pelota con Prescott.
Tarea difícil este domingo para los Dolphins. Como todas las semanas. Ni más ni menos.
Josh Rosen, ha llegado tu momento.
