Esta semana, los Miami Dolphins reciben en casa a un rival divisional, los New York Jets, quienes llegan a esta cita de capa caída, no sólo por la marca de 1-6, sino porque las expectativas de esta temporada eran diferentes a las de Miami (0-7) y han estado teniendo una campaña para el olvido.
De todas formas, sabemos que un partido de división siempre es entretenido y se presenta como una batalla.
Y si a eso le agregas que el entrenador en jefe de los Jets, Adam Gase, fue el de los Dolphins las pasadas tres temporadas, entonces le sumas picante al primer encuentro entre ellos este año.
Tenemos a las dos peores ofensivas de la NFL, Jets (31) y Dolphins (32), por lo que creo que vamos a tener un partido de pocos puntos.
Miami tiene que provocar errores del quarterback Sam Darnold, quien ha lanzado 8 intercepciones en 4 partidos y sufre al tener que tomar decisiones rápidas.
Por tierra, también son equipos con mucha dificultad para correr. De hecho, Miami sólo ha superado la barrera de las 100 yardas en una ocasión, ante los Bills en Buffalo.
La defensa de Miami, que tan bien estuvo en la primera mitad ante Pittsburgh, tendrá que luchar sin Xavier Howard, lastimado de una rodilla y que ha quedado fuera de acción el resto de la campaña. Vaya baja para los Dolphins.
Uno de los partidos que los Dolphins pueden sacar ventaja de un rival alicaído es este, sobre todo por las controversias que han tenido los Jets. Jugadores vs gerencia (Jamal Adams), jugadores que no se sabe si el entrenador en jefe lo solicitó (Le'veon Bell) y, en general, las expectativas que no se han cumplido.
Si a eso le agregas -como ya dije-, la pobre ofensiva que han mostrado los Jets, incluso con un Gase que tiene fama de ser especialista en quarterbacks pero que, hasta ahora, nada de nada, queda claro que la caldera está encendida con los rivales de esta semana 9 de Miami.
¿Será este domingo el día?
Yo espero que sí... Ya nos toca ganar...
¿Alguna duda?
