No hay nada como el comienzo de una temporada de la NFL y en Miami, eso significa una cita obligada con el domingo en la tarde. Mucho calor y el color que identifica a los Dolphins, ese azul brilloso, histórico por estos lares.
La primera cita de esta temporada de 2019 es con los Ravens de Baltimore, un equipo con aspiraciones de postemporada, a diferencia de los Dolphins. Ojo, renovación no significa que vas a perder a propósito. No es así. No con el Entrenador en Jefe Brian Flores.
El primer objetivo en el juego de los Dolphins tiene que ser detener al quarterback rival, Lamar Jackson, quien usa sus piernas como una herramienta poderosa atacando a las defensas que se le paran en frente. Que lance más, que corra menos y que no sea él quien dicte como mover a su ofensiva.
Si Miami quiere ganar, tiene que detener el juego terrestre de Baltimore, que es un equipo bien físico, que te desgasta corriendo, corriendo y corriendo. Ahí entraría en juego el novato Christian Wilkins en el centro de la defensa Miamense.
En la secundaria, sabemos que Xavien Howard es un cornerback que todos evitan. Así que hay que asegurarse que en el otro lado, el que esté cubra bien a los receptores de los Ravens. Eric Rowe o Minkah Fitzpatrick tienen que mantener a raya el juego aéreo rival por su territorio.
A la ofensiva, con un nuevo quarterback, Ryan Fitzpatrick, la idea es no cometer errores y usar el juego terrestre con eficiencia. Kenyan Drake es una amenaza cada vez que toca la pelota. Mientras Kalen Ballage es un corredor fuerte que desgasta a sus rivales mientras avanza el partido. La línea ofensiva tendrá que hacer su trabajo a pesar de ser un grupo joven que no ha jugado junto mucho tiempo.
Además de todo lo anterior, este va a ser el primer partido como entrenador en jefe de Brian Flores en temporada regular y lo que le agrega otro aliciente al equipo. Un coach latino, hijo de hondureños, nacido en Nueva York y ahora, buscando hacer historia con los Dolphins de Miami.
Resumiendo, y sin ser repetitivo, las claves son sencillas.
Corriendo la pelota, no cometiendo pérdidas de balón y restringiendo las corridas de Lamar Jackson son las claves para salir triunfadores este domingo, 8 de septiembre.
Y si el calor nos ayuda, mejor.
Al fin y al cabo, esto es Miami y los jugadores de los Dolphins están acostumbrados a estas temperaturas en este mes.
Con o sin huracanes.
Así de simple.